El semanario liberal británico The Economist nos ofrece hoy una provocadora portada con Francia nuevamente como protagonista.
“France in denial. The west’s most frivolous election” (Francia en la negación. La elección mas frívola de los países occidentales), dispara la tapa ilustrada con un fotomontaje del cuadro “Le déjeuner sur l’herbe”, de Edouard Manet. donde dos sátiros burgueses (los favoritos Nicolas Sarkozy y Francois Hollande) cortejan a una señorita desnuda durante un picnic en un bosque.
Para la influyente revista, mientras Grecia, Italia y España comienzan a reducir sus déficits, Francia no aborda con seriedad sus problemas económicos. “Es llamativo que los candidatos no adviertan sobre el calamitoso estado de la economía”, se asombra The Economist, que carga contra Sarkozy: “el candidato que en 2007 pregonaba la ruptura ahora promete proteccionismo”.
En 2007, el semanario le otorgó un importante voto simbólico al conservador Sarkozy por su “programa económico” a pesar de considerarlo “nacionalista” y de “buscar ampliar su base en la extrema derecha”. Solo importaban sus promesas de reforma. En aquella portada The Economist incrustó el rostro del entonces candidato sobre la cara del corso Napoleón Bonaparte, en el cuadro “Napoléon franchissant les Alpes par le Saint-Bernard”, de Jacques-Louis David.
“El presidente de la ruptura”, como lo calificaba, rápidamente desilusionó al otro lado del Canal de La Mancha. Tres años después publicó otra recordada tapa: “The incredible shrinking president” (el presidente que se encoge), donde a los pies de Carla Bruni, Sarkozy desaparecía escondido dentro de un bicorne, el celebre sombrero de dos puntas utilizado por el Emperador francés.
Ora recordada tapa de la revista preferida de los liberales anglosajones fue publicada en junio 2011 en honor a Silvio Berlusconi: “The man who screwed an entiere country” (en porteño, seria algo así como ‘El hombre que se cogió un país entero’).
La revista afirma que “difícilmente” Hollande pierda la elección, pero no por sus meritos, sino porque la crisis económica en la zona euro ha arrasado con casi todos los presidentes de los países en dificultades. En un articulo donde la información económica esta mechada con finas dosis de ironía y humor british, The Economist finaliza lapidariamente: “los ‘picnickers’ de Francia están a punto de ser hundidos por la dura realidad, cualquiera sea el presidente”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario