We’re back.

Cinco años más viejos, volvemos a asomarnos a una nueva campaña electoral Made in France. Como Batman y Robin, sumamos a Batichica y ahora somos tres. Las geniales opiniones expresadas en este blog sólo representan el punto de vista de sus autores.

viernes, 4 de mayo de 2012

Nada ganado… nada perdido, o casi

Este viernes termina la campaña electoral con un avance en los sondeos de Nicolas Sarkozy al que las encuestas le dan el 46,5% de las intenciones de voto. Avance insuficiente. El presidente candidato confía en dar la sorpresa el domingo y superar al favorito François Hollande, por delante desde hace meses.

El nerviosismo del equipo del conservador es palpable. Incluso el muy fiel diario Le Figaro publica en su edición de hoy los temores de algunas personalidades próximas a Sarkozy que maldicen una y otra vez la prestación en el debate del miércoles ante un Hollande al que durante los últimos días el conservador aseguraba que iba a machacar. Al final, nada. No lo machacó e incluso el 60 por ciento de los franceses consideran que el combate lo ganó el socialista.

Lejos de las declaraciones triunfales hechas públicas tras la confrontación, por lo bajo, los umepetistas creen que su candidato falló. “El presidente no había preparado fórmulas, estaba demasiado seguro de si mismo y de su proyecto”. Otro ministro dice: “Hollande fue mejor, y puis voilà”. Hollande fue mejor, su adversario no consiguió desestabilizarlo. Sin duda, lo subestimó.

Un amigo siempre me dice que si gana Sarkozy a los Institutos de sondeos los tendrían que enviar en avión a nulle part, y que se estrellaran. Todo indica que el lunes Francia amanecerá con un cambio, salvo sopresas.

La France Forte de Sarkozy ha fracasado. En lugar de tomar dirección hacia el centro, Sarkozy se embarró en la mugre de la extrema derecha sin conseguir su objetivo: que los electores de Marine Le Pen le voten en masa. Según una última encuesta, el 41% de los electores ultraderechistas no vota el domingo, siguen a su líder que no pidió el voto ni por uno ni por otro. Marine votará blanco.

Aunque criticado por algunos miembros del partido Modem, el líder centrista François Bayrou asestó la última estacada al candidato presidente al anunciar este jueves que votará a Hollande. Algo insólito para el centrista católico, siempre con el péndulo más a la derecha que en el centro. No adhiere al programa socialista pero no soporta el estilo de Sarkozy y su giro hacia los ultras. “La linea que escogió Nicolas Sarkozy es violenta, entra en contradicción con nuestros valores y los del gaullismo”, dijo el bueno de Bayrou.

Otra razón para pensar que l’affaire est presque plié es que el 85% de los votantes del izquierdista Jean-Luc Mélenchon votarán a Hollande y todas estas cábilas parecen bastante estables puesto que a esta hora el 92 por ciento de los electores tienen claro su voto. Si nadie está mintiendo, Sarkozy ya es historia y desaparecerá del mapa puesto que ya anunció que si pierde las elecciones, se retira de la política.

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