"Francia es el país en el que las luchas históricas de clase se han llevado siempre a su termino decisivo mas que en ningún otro sitio y donde, por tanto, las formas políticas versátiles dentro de las que se han movido estas luchas de clase y en las que han encontrado su expresión, adquieren también los contornos mas acusados", esta afirmación del filosofo alemán Friedrich Engels es uno de los tramos mas citados dentro de Francia del libro 'El 18 Brumario de Luís Bonaparte', que compila siete artículos escritos por Kart Marx en 1851 durante su exilio entre Paris y Londres. Marx, que dependía económicamente de su amigo Engels para sobrevivir, describe en su libro el inicio de la segunda Republica francesa y su evolución hacia el golpe de Estado del 2 de diciembre de 1851 que consigue el segundo Imperio.
Hoy, a 156 años del texto del filósofo alemán Francia esta lejos del protagonismo de antaño. Sin embargo, las formas con que se revisten los acontecimientos políticos siguen siendo sumamente marcadas y nítidas. En un mes habrá elecciones y se sabrá si la extrema derecha puede (podrá?) otra vez sorprender como en el 2002 cuando los franceses se vieron obligados a salir a la calle para defender la Republica o si estos relieves serán matizados una vez más a la francesa.
Hoy, a 156 años del texto del filósofo alemán Francia esta lejos del protagonismo de antaño. Sin embargo, las formas con que se revisten los acontecimientos políticos siguen siendo sumamente marcadas y nítidas. En un mes habrá elecciones y se sabrá si la extrema derecha puede (podrá?) otra vez sorprender como en el 2002 cuando los franceses se vieron obligados a salir a la calle para defender la Republica o si estos relieves serán matizados una vez más a la francesa.
1 comentario:
...Hoy decia Besancenot que la izquierda trotskista iba mejor, porque en el 2002 eran 4 (con Jospin) y ahora solo quedaban 3. En fin. Admiro el trabajo de Olivier, siempre y cuando se mantenga al margen y defienda politicas particulares (como José Bové y los OGM), ahora bien, darle la presidencia seria igual de radical que poner a De Villiers, n'est-ce pas?
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