La elección de Nicolas Sarkozy no fue recibida con fuegos de artificio, sino con gases lacrimógenos y las salvas de "letalidad atenuada" que descarga el flash-ball. Dos horas y media después del anuncio oficial la policía antidisturbios ya estaba lanzando granadas de gas por doquier en la céntrica Bastilla. Luego los incidentes se trasladaron a una veintena de ciudades.
Esta noche nuevos focos de incidentes tuvieron lugar en Paris. Unos 500 jóvenes reunidos en Bastilla comenzaron a desfilar por las calles, pero cuando la policía intento detener la progresión las piedras comenzaron a volar y todo se degeneró. Bajo una tenue lluvia los jóvenes se dispersaron y en pequeños grupos comenzaron a cortar el transito, destruir el mobiliario urbano y hasta dar vueltas un par de autos y scooter a manera de barricada entre Republique y Belleville. Pacificamente transcurrieron las manifestaciones en Lyon, Caen y Nantes. Llama considerablemente la atención recorrer Paris en auto y descubrir que el operativo de seguridad electoral sigue en pie. Los gendarmes, serpicos y policías antidisturbios CRS con sus carros de asalto e hidrantes se encuentran repartidos en buen número en la mayoría de los barrios y en las puertas de la capital, para evitar que las hordas de salvajes de los suburbios lleguen a Paris. Lo que mas sorprendió fue el informe matinal del Ministerio del Interior, donde relativizó el impacto de la noche de violencia al sostener que los 396 coches quemados, 270 interpelaciones y 28 policías y gendarmes heridos eran comparables a una noche "excepcional", como la nuit de año nuevo o un 14 de julio. Muchos medios galos y agencias internacionales denunciaron que el balance estaba maquillado y que la cifra había sido superior. Mas tarde, el Ministerio del Interior actualizo las cifras, otorgándole la razón a los desconfiados periodistas: 730 vehículos quemados, 592 interpelaciones y 78 policías heridos, el doble a una noche de las "excepcionales". Igualmente, a tener en cuenta que en Francia la quema de autos es casi un deporte tan nacional como la pétanque. También una herramienta utilizada por muchos para cobrar el seguro (pillos hay en todos lados). Por eso aunque parezca exagerado anualmente se queman más de 12.000 coches. Eso era antes, ahora Sarko llego para romper con todos los records.
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