We’re back.

Cinco años más viejos, volvemos a asomarnos a una nueva campaña electoral Made in France. Como Batman y Robin, sumamos a Batichica y ahora somos tres. Las geniales opiniones expresadas en este blog sólo representan el punto de vista de sus autores.

jueves, 22 de marzo de 2007

Libération escrito por 54 novelistas

Francia sigue percibiéndose a sí misma como un país eminentemente literario. ¿En qué otro lugar del mundo uno de los principales periódicos haría un número especial redactado exclusivamente por escritores? Es lo que propone este jueves el diario de izquierda Libération, que reemplazó por un día a sus periodistas por 54 novelistas.
La primera impresión es que no hay mucha diferencia con respecto a otros días. El inefable y extrañado autor queer Guillaume Dustan solía decir como un cumplido que Libé, su vicio matutino, era de por sí un diario “sobreescrito”, como quien dice “sobreactuado”. Hoy, el estilo de algunos artículos es más flojo que de costumbre; otros parecen hechos por famosos ultrajados al descubrir la violencia de la pobreza en el 3er mundo (Pascal Dessaint por ej., indignadísimo por la larga –despilfarradora- ducha Sharon Stone en Basic Instinct mientras Africa se muere de sed). Otros, como la nueva estrellita Régis Jauffret en contratapa, versan sobre “el fenómeno Bayrou”. Su nota es un compendio de demagogia lacrimógena tercermundista aplicado a la periferia. Una vez más combina angelismo barato y su estrategia de “épater les bourgeois”.
Sí merecen la pena dos notas (sin tener en cuenta el suplemento literario donde J.M. Coetzee reseña con su acostumbrado talento la última novela de Norman Mailer). “La hora de los adioses de Blair”, del irlando-norteamericano Douglas Kennedy, un análisis de por qué Blair siguió a Bush hasta Irak, y que recuerda la novela “Saturday” de Ian McEwan. La otra es “Ser esclavista es un oficio”, de Frédéric Beigbeder. Allí el autor de "99 francos" comenta una noticia policial que salió ayer: un legionario y su mujer secuestraron a una madre y a su hija durante ocho meses. Las obligaban a limpiar la casa a golpes y las hacían dormir en el balcón de su depto, incluso en invierno. Pero lo que le interesa a Beigbéder es hasta qué punto ser esclavista es un trabajo extenuante y cómo es más fácil lograr la sumisión del prójimo contratando a un indocumentado o reclutando a una adepta del SM por internet.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hace rato que no leo Libé, a veces creo que hasta les hace bien toda la crisis que atraviesan, a ver si se dedican a escribir mas alla de la propaganda. En fin, no los conozco a ustedes ni a los autores del Blog, espero no escriban en Libé, pero si lo hacen, mis quejas van en contra del periodico, no contra los autores particulares.
Recientemente, me hincha un poco las pelotas la palabra "escritor". Parece ser que todo el mundo en este puto pais es escritor. Para mi, escritor es algo que va mas alla de escribir un libro, que suele ser, en la mayoria de los casos, una historia de vida, como el chofer de autobus que publico un libro o todas las ex-putas que se cortan las venas durante 200 paginas diciendo lo duro que es trabajar en el Bosque de Bologna. Para mi escritor es alguien que hace ficcion, que trabaja con el lenguaje, que transmite algo. Lo demas son cronistas, y no està mal; pero vamos, ponerse al nivel de Kafka y Borges es como presumido...
Saludos, descubro el blog, ya polemizaremos, espero.