Dépardieu junto a unos fans. Fuente: Wikipedia |
Los ricos y famosos también votan. Así como sirven para
vender perfumes, dietas milagrosas o portales de póker en línea, las
celebrities locales -“stars”, en la
lengua vernácula- también venden candidatos. Después de haber estado en tapas
de los diarios por mear en el pasillo de un avión de línea, Gérard Dépardieu
reapareció en público el 11 de marzo en el acto de Villepinte para hablar de lo
fantástico que es Sarkozy. Al parecer tenía muchos argumentos para apoyar -con
un peso que ya supera holgadamente el de Obelix- la reelección del mandatario. Según
el único medio de investigación francés, Le Canard Enchaîné, el actor que más
entradas vendió para el cine francés en la historia tuvo algún problemita
financiero solucionado por el Elíseo. “Habría perdido mucho dinero si no me
hubiese ayudado con ese problema (…) Haré todo lo que me pida”, dijo el convencido
militante sarkozista, de acuerdo con el Canard.
Sarko sigue contando además con otros franceses muy famosos -fronteras
adentro, of course-, como el relator deportivo que habla inglés (sí, aquí eso
es importante) Thierry Roland o el músico llorón Enrico Macias. Se espera en
breve que se manifiesten Christian Clavier (Astérix-ya tiene al gordo), Jean
Reno (¿también tuvo problemas con el fisco?) y Mireille Mathieu, cantante muy
famosa en Japón y entre los sordos. Otro peso pesado de la militancia de
derecha es Jean-Marie Bigard, un “humorista”, que vendría a ser el Jorge Corona
francés. Sin embargo, en este último caso, el capocómico se lo está pensando,
porque dice que desde que acompañó a Nicolas en 2007 su público le ha pasado
factura y ya no lo invitan a ningún lado. Idem para el cantante de rai Faudel, que
estaba cinco años atrás con Sarko para probar ante cámaras que se puede ser
árabe y sarkozista. Ahora reconoce, amargo, que no lo llamaban por su talento
musical. Hablando de falta de talento, Johnny Hallyday -¿cómo David Lynch no
hizo aún una peli con él?- extrañamente tampoco sale demasiado en la tele
hablando de su fantástico amigo Sarko.
En cuanto a Hollande, tiene detrás a todos los biempensantes
de siempre, la izquierda divina que defiende a los oprimidos del mundo, que
conoce esencialmente a través de la tele, ya que comen, viven, duermen,
vacacionan, se desintoxican y votan en los mismos barrios, balnearios y
estaciones de esquí que los anteriormente citados. Según el semanario Le Point,
son el ex tenista y músico (¿?) Yannick Noah (¿no se había domiciliado en
EE.UU. para evadir impuestos?), Benjamin ‘se la puse a Carla’ Biolay, Gérard
Darmon (no sé quién es), Christian Lacroix (el modisto) o Mazarine Pingeot, la
hija antaño oculta y hoy robacámara de otro François, Mitterrand. Todo esto ya
lo tenía la Ségolène, la ex de François, y no le sirvió de mucho. Aparte hay
que sumar el reciente sincericidio en Paris-Match de quien fuera la novia de
Francia, Françoise Hardy, que afirma que si gana Hollande se queda en la calle
porque ya paga demasiados Impuestos a la Fortuna, un gravamen para ricos. Aunque
parece que según la revista amarillista VSD los socialistas tienen un as en la
manga: el recientemente oscarizado Jean “The Artist” Dujardin estaría dispuesto
a sacarse una foto con François “Flancito” Hollande. En fin, lamentablemente, veremos.
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