We’re back.

Cinco años más viejos, volvemos a asomarnos a una nueva campaña electoral Made in France. Como Batman y Robin, sumamos a Batichica y ahora somos tres. Las geniales opiniones expresadas en este blog sólo representan el punto de vista de sus autores.

lunes, 9 de abril de 2012

Tiempo de promesas


Se sabe, en Francia nada queda librado al azar, casi todo esta reglamentado y celosamente vigilado. Y lo que no, pronto lo estará. Es por eso que la elección presidencial no podía quedar exenta a la meticulosa rigurosidad gala. Desde hoy y hasta la medianoche del 21 de abril, se desarrollará la campaña oficial. La recta final para la docena de aspirantes a dirigir una quinta potencia en declive.
La igualdad de palabra dará comienzo a un incesante desfile por canales de televisión y radios. A muchos franceses le servirá para ponerle rostro a una docena de candidatos invisibles.
En televisión, cada candidato dispondrá de 43 minutos para difundir sus catódicos anuncios. Pero, hecha la ley, hecha la trampa, afirma un viejo axioma jurídico que se aplica al proceso electoral francés. La mentada igualdad que busca imponer la Corte Electoral quedará sepultada por las prioridades que otorgan los medios a los candidatos. No es lo mismo un spot a la madrugada que ser invitado al informativo de las 20h.
Asimismo, las cadenas informativas pasan a diario extractos de los discursos de los candidatos sobre los cuales no existe reglamentación alguna. Así, Sarkozy y Hollande se benefician de largas retrasmisiones, mientras que los actos de los pequeños partidos no gozan de espacio y son, a menudo, caricaturizados en los canales privados de información. Otra forma de vulnerar las reglas, se encuentra en los diarios y sitios de internet, medios que no cuentan con una normativa específica para respetar la igualdad de tiempo de palabra.
La Corte Electoral autoriza la pegatina de afiches en los paneles ubicados en escuelas y Alcaldías, únicos lugares permitidos para publicitar las bondades de los aspirantes. Una lastima, porque –a priori- ya no deberían verse los anárquicos (y artísticos) collages que hasta el momento decoraban los muros.
En dichos paneles, cada candidato tiene derecho a colocar dos afiches y como todo esta celosamente estipulado, hay medidas máximas y mínimas y colores que no pueden ser utilizados. Los afiches con fondo blanco serán reservados para la administración electoral y -para desazón de los partidos nacionalistas- los colores ‘bleu-blanc-rouge’ no podrán ir juntos, salvo si se trata del logo de los partidos.
Ante tanta prolijidad y control, un grupo de grafistas decidió apropiarse de las frases de campaña de los candidatos y realizar una exposición.
La foto que ilustran este post forman parte de la exposición colectiva y reúnen los afiches de los antagónicos extremos, el Frente Nacional (extrema derecha) y el Frente de Izquierda (extrema izquierda). Los partidos de Marine Le Pen, quien heredo de su padre el gusto por la xenofobia y los derrapes, y el ascendente Jean-Luc Mélenchon, un francmasón y ex socialista que seduce no solo a los comunistas,. Ambos pelean encarnizadamente por el tercer lugar, según claman las encuestas.
“12 candidatos, 12 afiches, 12 grafistas” puede visitarse hasta el 22 de abril en el bar y espacio cultural Point Ephémère, en el distrito 19 de la capital francesa.

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