Para
algunos Nicolas Sarkozy se está volviendo loco. Muchos ya lo ven con camisa de
fuerza y dando vueltas mirando una límpida pared blanca en un cubículo sin
esquinas. Pegándose golpes contra un muro mullido, desencajado, rebotando, con
la mirada perdida, arrodillado y de repente saltando, sudando, moviendo la
cabeza a izquierda y a derecha y con Marine Le Pen apareciéndole como una
ninfa.
El giro
hacia la ultraderecha de estos días previos a la segunda vuelta de las
elecciones provoca náuseas, roza la ilegalidad y supera el mal gusto y la
ridiculez. A la desesperada, el presidente candidato lanza diátribas contra los
extranjeros, los trabajadores que no quieren trabajar, los asistidos que reciben
un subsidio porque no les da la gana salir del sofá, las adolescentes que toman
anticonceptivos... y todo para que los votantes del Frente Nacional que se le
han escapado después de haberlos seducido en 2007 engrosen el porcentaje de su
electorado el 6 de mayo “para machacar a François Hollande”, dijo Sarkozy el
domingo pasado según Le Canard Enchaîné.
El
semanario satírico reproduce en su edición de este miércoles el intercambio de
nerviosas reacciones que se sucedieron a las 19h00 en el campo del conservador
abatido por las estimaciones de los resultados que le daban segundo por detrás
del socialista en la primera vuelta
Y
mientras Sarkozy tenía su moral por los suelos y un humor de perros, un grito
de esperanza. “Aún podemos ganar. Tenemos una chance si terminamos con el pudeur de pucelles (el pudor de las
vírgenes), ensuciaos las manos, id a buscar los votos lepenistas, aunque os den
asco!”, el que hablaba era Patrick Buisson, el consejero especial que le
susurra a Nicolas Sarkozy, que le muestra el camino a seguir desde hace años.
Bingo! Sarkozy vuelve a recuperarse.
Como
una barita mágica, las palabras de Buisson tienen un efecto inmediato. “Había
identificado una Francia de derechas. Sabía que Marine Le Pen llegaría fuerte. Si no hubiera hecho esta campaña,
habría llegado por delante de mí. Habríamos tenido un 21 de abril al revés (ese
año pasaron a segunda vuelta Jacques Chirac y Jean Marie Le Pen, el padre de la
criatura)”, entonó un Sarkozy crecido y decidido a convertirse en Sarkozy Le
Pen.
Pero
quién es Buisson? Patrick Buisson es el cerebro de esta campaña y lleva
soplándole a Sarkozy lo que tiene que decir desde hace ya algún tiempo. El
idilio entre los dos hombres comenzó cuando el presidente saliente lo descubre
en la cadena de televisión LCI donde trabajaba como cronista político.
Lo
contrata en 2004 a través de la sociedad Publifact como analista de sondeos y
opinión pública y consejero. Llega ya muy curtido. Buisson tiene una larga
trayectoria en la extrema derecha. Trabajó seis años en el semanario ultra Minute donde desarrolla su teoría de la
“prolofobia” por la que, según él, la izquieda “caviar” ha dejado de lado al
poblacho. También fue consejero del soberanista Philippe de Villiers, uno de
los productos más asquerosos de la política francesa y consiguió que su
estrategia funcionara.
Buisson
tiene el mérito de anticiparse, lo hizo ya cuando dijo que el “no” iba a ganar
en el referendum sobre la Constitución Europea. Acertó en 2007, entonces
Sarkozy necesitaba conseguir más votos que los que había obtenido Chirac en
2002, un 20%. El pozo estaba en el electorado del FN y Buisson, por ser uno de
ellos, los conocía a la perfección. Ça
tombait bien! Buisson
estaba ahí y para conseguir su objetivo : la inseguridad, la inmigración,
bla, bla, bla, bla… Fue Buisson también quien le aconsejó al presidente la
creación del polémico ministerio de la Inmigración y de la Identidad Nacional. Una
vez elegido, la factura se paga. En 2009 salta el escándalo en el Palacio de
Elíseo. Alguien destapa que la presidencia de la República está pagando a la
sociedad de Buisson la friolera de 1,5 millones de euros por unas encuestas,
sin que haya habido previamente concurso. Buisson tiene enemigos en el Palacio.
Lo ponen en espera, hasta que la tormenta pase, pero enseguida Sarkozy tiene
que recurrir a él.
Reaparece
con bombo y platillo después del descalabro de la UMP en las elecciones
regionales hace dos años. ‘Buissonman’ pone orden con el famoso discurso de
Grenoble en el verano de 2010. En ese caso los que pagarán los platos rotos de
la derrota electoral serán los gitanos del este. Las imágenes de las
deportaciones correrán como regueros de pólvora por las pantallas de medio
mundo. La autoridad está restablecida. Y qué decir de esta campaña, Buisson está
a tope.
Gracias
a Ana he podido escribir estas líneas, no siempre es fácil lanzarse con un tema
irritante. No os perdáis este video de Monty Python, a ver si adivinan quién es
Dark Knight. Es largo, pero no dejen de visionarlo hasta el final.
3 comentarios:
Muy buen artículo!
Si, hace falta una periodista extranjera para expresar en voz alta lo que todo los Franceses se están diciendo: nuestro (ojalá próximo ex-) presidente está loco / le cambiaron de manera un poco peligrosa su cóctel de medicamentos. En Des Paroles et des Actes anoche tenía un discurso descosido, pasaba de un rictus tipo Joker a un rostro grave para expresar que "estamos en crisis". Sin hablar del hecho que miente, miente, miente, aunque tenga todas las pruebas en frente de él y sin nunca admitirlo. Faltan 10 días para que se acabe la pesadilla.
Palais, si gana Sarko, propongo que continuéis escribiendo en el blog franciapota.blogspot.com.es.
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