A una semana de la segunda vuelta el favorito Nicolas Sarkozy realizó en Paris su acto más importante llamando a los franceses de "centro y los extremos" a apoyarlo para "derrotar de una vez por todas a la herencia de mayo del 68'", que entre otros tantos males "introdujo la ironía" y "destruyo moralmente la política". "El culto al dinero reina, la ganancia a corto plazo y la especulación fueron llevadas por esta izquierda portando los valores de mayo del 68'", criticó Sarkozy, utilizando argumentos que habitualmente recaen en la derecha. La alusión a la mítica revuelta estudiantil ocurrió en presencia de dos de sus más reconocidos "herederos", hoy ya arrepentidos, los filósofos André Glucksmann y Alain Finkielkraut, el primero inclusive arengo con un discurso considerando al ex Ministro del Interior "el candidato de los Derechos Humanos". Curiosa afirmación de Glucksmann, porque este fin de semana la respetada Liga de los Derechos Humanos (creada a fines del siglo XIX tras el 'affaire Dreyfus') tomó partido y llamó a votar por Ségolène Royal.
La uniformidad ideológica de la derecha fue consecuente con la importancia del acto y por eso no sorprendió que la tribuna oficial luciera repleta de ministros y ex ministros de los años Chirac, encargados de fomentar la renovación que Sarkozy pretende encarnar. La presencia de decenas de estrellas del deporte y el espectáculo, hombres de negocios y representantes de medios de comunicación le otorgaron al meeting de Sarko un color VIP, que lejos estuvo de reflejar a la multicultural Francia y sus fuertes contrastes sociales y culturales. No vamos a ahondar en una descripción detallada acerca de la homogéneidad de la tribu UMP, eso ya lo describió maravillosamente Alejo en las yeguas de la UMP.
1 comentario:
BON DEPART
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