La cuarentona pelirroja, enfundada en una estrecha blusa con un estampado de leopardo, vuelve a agacharse detrás del mostrador de la recepción y su vertiginoso escote le corta la respiración al tipo de la vigilancia. Al blanco, no al negro grandote que me hizo pasar por el detector de metales y me pidió que abriera mi mochila, dejando al descubierto los afiches de propaganda que me había llevado – para una hipotética producción fotográfica- de la sede del Front National. Por suerte, el hombre sólo parece interesado en que no haya ingresado armado. La pelirroja toma mis datos, mientras dos rubias teñidas responden las llamadas del cuartel general de Nicolas Sarkozy. Una de ellas le explica a un hombre con una paciencia infinita que no cree que el candidato del oficialismo tendrá tiempo de autografiarle un libro de su autoría sobre el cantante Johnny Halliday. Del otro lado del detector de metales, un retrato gigante del líder, demasiado maquillado, domina la planta baja del local, tapizado con una mullida alfombra negra. Cada tanto, un ministro en funciones, un portavoz, sube por la escalera de caracol que da al primer piso.
S. se encarga de la prensa. Me presenta a G., un estudiante veintiañero que acaba de volver de China. Tarda menos de diez segundos en soltar la cantinela de que Francia es un país con demasiado asistencialismo, que necesita un hombre con energía, que ponga el trabajo en el centro de la vida de sus compatriotas… Detrás suyo se encuetra el sitio dedicado a la comunicación: un pequeño estrado bien iluminado y unas treinta sillas de plástico blanco para una pequeña audiencia. Al fondo, tres jóvenes alimentan constantemente los múltiples sitios de Sarko, incluyendo al canal de televisión dedicado al quía. En la esquina, un pequeño set de filmación. En la primera planta, nuestra querida Rachida Dati, portavoz del candidato, va y viene hablando con su celular. Y entonces me doy cuenta: las lámparas de diseño, la columnas blancas neoclásicas, la alfombrita, los trajes y corbatas y tailleurs omnipresentes, todo parece el decorado de un banco. En definitiva, es coherente. El comité de campaña es una entidad financiera cuya función es administrar una empresa, Francia. Del mismo modo, el cuartel general del Front Nacional refleja su propia concepción del país, una fortaleza que debe ser defendida. Salgo con la sensación de haber estado con los próximos dueños del país. Aunque sé que apenas vi la puntita del iceberg de una maquinaria muy bien aceitada trabajando a todo vapor, que siente el triunfo al alcance de la mano. Cruzo la calle y me topo nuevamente con un camión celular repleto de policías custodiando la sede de la UMP. Sólo este comité cuenta con un despliegue de seguridad de esta magnitud, algo injustificalble, puesto que Sarkozy ya no es ministro de nada. Una cuadra después me encuentro con los 12 afiches oficiales de los candidatos que desde hace una semana tapizan las calles de Francia. Veo el de Sarkozy, el único pintarrajeado y arrancado. Y pienso que todavía no vi ninguni intacto, a diferencia de los demás contendores, empezando por el de Le Pen, que solía ser objeto de grafittis y destrozos en general. Pregunto a mi alrededor y me lo confirman, nadie vio ningún cartel virgen del candidato de la UMP. Está claro que Sarkozy es el favorito, y de lejos, para ganar las elecciones. También que es el que genera mayor animadversión.
Foto: M. Latorre
2 comentarios:
De manera general, me sorprende que 2 periodistas argentinos hagan exactamente lo mismo que los periodistas franceses; que es el hablar un 80% de los 2 candidatos principales (UMP y PS) y un 20% de los 2 candidatos secundarios (UDF y FN).
¿Dónde están los demás candidatos? Un simple enlace hacia el sitio oficial de los demás candidatos no es suficiente, ni serio.
Me esperaba algo mucho más completo, más igualitario en cuanto al tratamiento. Pero veo que la uniformización y el formataje del pensamiento, típicos de esta mundialización que nos imponen los medios, afectan -sobre todo- a los profesionales: ¡guay del que se salga del molde!
Estimado lector anónimo. Su comentario me parece justo en gran medida. Nos hemos ocupado de los 4 candidatos con más posibilidades de ganar, y sobre todo hemos puesto el acento en la ump y el ps. Nos hubiera gustado tener más tiempo para dedicarnos a los demás. Ocurre también que los otros candidatos no han sabido tampoco "ser noticia", en cuanto a propuestas originales, y pese a que buscamos hablar de los "pequeños" aspirantes no siempre tuvimos qué decir de ellos. En nuestro descargo diré que tratamos también temas que no tenían que ver exclusivamente con un candidato y publicamos cosas que nadie quiere decir en la prensa. En fin, lamento en todo cado la desilusión.
Publicar un comentario